Siempre estaré a tu lado, pase lo que pase.

Te prometí un siempre ¿te piensas que no lo cumpliré? pues sí lo haré, cumplo mis promesas porque simplemente eres algo imprescindible en mi vida, eres mi sonrisa y la luz de mis días

20 de junio de 2011

En la vida hay momentos preciosos, también hay momentos precisos.

Ella, una chica cualquiera, estaba enamorada de él, un chico que no es como parecía, ella se levantaba cada mañana con una sonrisa en la cara porque su corazón ya tenía dueño, pertenecía a alguien, iba a clase y se distraía porque no dejaba de pensar en él, llevaba siempre un bolígrafo en la mano, para ir pintado corazones en todos los rincones, parecía un cuento de hadas. Por las tarde se veían, caminaban de la mano, parecían tan felices. Una amiga de ella le dijo que abriera bien los ojos, que el chico no parecía de fiar ya que a él le llamaban cada tarde, el mismo número a la misma hora, todos los días. Ella se fijó, eran las 17:24, no tardarían en llamar, y al segundo ¡zas!, sonó el móvil de su chico. Él le dijo que esperara y ella preocupada empezó a pensar que podría ser una chica con la que la engañaba, o tal temas de la universidad, ya que él era unos años mayor. Pero estaba tan enamorada que no veía la realidad. Ella le preguntó quién era y él se limitó a cambiar de tema. 
Ella notaba que en el rostro del chico se notaba crueldad, y ella le pidió explicaciones, él le dijo que era un compañero con el que realizaba los estudios ultimamente, claramente, le mentía. Ella le dijo que por qué siempre a la misma y él se limitó a decir que era 'una costumbre'. 
Ella no terminaba de creerle y le hizo una pregunta.
-Cariño, ¿tú me quieres?
+Claro que sí bonita ¿por qué?
-No no, por saber.
Ella notó que no lo decía con mucho entusiasmo y se soltó de la mano del chico con fuerza y le gritó:
-¡MENTIRA!
El chico se quedó conmocionado. Ella salió corriendo, lloraba como nadie se podría imaginar. Cogió un taxi y pidió que le llevara lejos, muy lejos, donde nadie pudiera hacerle daño. El taxista se quedó paralizado, "qué", se repetía en su cabeza. Finalmente, la chica le dijo la dirección de su casa y la llevó a su indicado destino. Ella entró por la puerta con la cabeza agachada, no había nadie así que empezó a gritar y a llorar, cogió un marco de fotos, donde se encontraba la foto de ellos dos juntos, lo partió en mil pedazos. 'Por qué has jugado conmigo, por qué me has roto el corazón'- gritaba. Su corazón estaba partido en mil pedazos, como un puzzle, su puzzle de amor se había deshecho. De repente dejó de llorar, se levantó de la cama con tal firmeza que dijo:
-Se acabó, voy a ser fuerte, reconstruiré el puzzle de mi corazón sin pensar en él y en lo imbécil que es, no quiero saber más nada del amor.
Se limpió la cara y al rato tocaron el timbre, quién será, abrió la puerta y apareció él.
-Lo siento pequeña.. pero no me he podido resistir a los brazos de otra.
+Vete, lárgate..no te quiero ver nunca más, ¡nunca! me has dejado hecha una mierda ¿pero sabes qué? te las pagaré.
En el fondo seguía sintiendo amor por él, pero le había hecho tanto daño, que solo sentía odio y más odio por él. Le cerró la puerta y finalmente ella gritó:
-¡Voy a vivir la vida!.

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